La Teoría de Sistemas Autopoyéticos
Los sistemas autopoyéticos celulares cumplen con una serie de características:
- Límites autodefinidos: Los sistemas autopoiéticos celulares están delimitados por un material dinámico creado por el propio sistema. En las células vivas el material limitante es la membrana plasmática, formada por moléculas de lípidos y atravesada por proteínas de transporte fabricadas por la propia célula.
- Son capaces de autoproducirse: Las células, el sistema autopoiético más pequeño, son capaces de producir más copias de sí mismas de manera controlada. Asi, la autopoiesis se refiere a los aspectos de autoproducción, automantenimiento, autoreparación y autorelación de los sistemas vivos (desde las bacterias hasta los humanos) son sistemas autopoiéticos. De hecho, este concepto has transcendido aún más hasta el punto en que el planeta tierra, con sus organismos, continentes, océanos y mares, es considerado un sistema autopoiético.
- Son autónomos: A diferencia de las máquinas, cuyas funciones están diseñadas y controladas por un elemento externo (el operador humano), los organismos vivos son completamente autónomos en sus funciones. Esta habilidad es lo que les permite reproducirse cuando las condiciones ambientales son adecuadas. Los organismos tienen la capacidad de percibir cambios en el entorno, los cuales son interpretados como señales que indican al sistema cómo responder. Esta capacidad les permite desarrollarse o disminuir su metabolismo cuando las condiciones ambientales lo ameritan.
- Son operativamente cerrados: Todos los procesos de los sistemas autopoiéticos son producidos por el propio sistema. En este sentido, se puede decir que los sistemas autopoiéticos están cerrados operativamente: no hay operaciones que entren al sistema desde el exterior ni viceversa. Lo anterior quiere decir que para que una célula produzca otra similar se requiere de ciertos procesos, como la síntesis y el ensamblaje de nuevas biomoléculas necesarias para formar la estructura de la nueva célula. Este sistema celular se considera operativamente cerrado porque las reacciones de automantenimiento se llevan a cabo únicamente en el interior del sistema; es decir, en la célula viva.
- Son abiertos a la interacción: El cierre operativo de un sistema no implica que este sea completamente cerrado. Los sistemas autopoiéticos son sistemas abiertos a la interacción; es decir, todos los sistemas autopoiéticos tienen contacto con su entorno: las células vivas dependen de un intercambio constante de energía y materia necesaria para su existencia. No obstante, la interacción con el medio ambiente está regulada por el sistema autopoiético. Es el sistema el que determina cuándo, qué y a través de qué canales se intercambia la energía o la materia con el medio ambiente.
El trabajo al que Niklas Luhmann dedicó generosamente su vida dejó definitivamente instalada, en el cuerpo teórico de la sociología, una serie de proyectos cuyo origen viene de la biología empírica. En efecto, el término de Autopoiesis y sus conceptos relacionados fueron acuñados originalmente por el biólogo Humberto Maturana que requería de un aparato conceptual que le permitiera explicar la organización de los seres vivos. L incorporación de estos conceptos a la teoría sociológica implicó, necesariamente, su apropiación en los términos de un marco conceptual que Niklas Luhmann venía desarrollando por espacio de veinte años. Con ello, el complejo conceptual proveniente de la biología adquirió su dimensión propiamente sociológica, razón por la cual no se puede hablar de una "biologizacion" de la sociología, ni tampoco de la simple adopción metafórica de conceptos provenientes de una disciplina diversa.
Luhmann ha utilizado la autopoiesis para presentar un nuevo paradigma teórico: el de los sistemas autopoiéticos, como producto de una reflexión interdisciplinaria sobre los exitosos desarrollos de otras disciplinas. La aplicación del concepto de autopoiesis a los sistemas sociales implica que el carácter auto-rreferencial de estos sistemas no se restringe al plano de sus estructuras sino que incluyen sus elementos y sus componentes es decir, que él mismo construye los elementos de los que consiste.
Luhmann afirma que la autopoiesis no se limita a ser una propiedad de sistemas biológicos o físicos, y la define como la “capacidad universal” de todo sistema para producir “estados propios” bien diferenciados enlazando a estos las operaciones propias del sistema gracias a la “auto-organización” de éste.
El sociólogo pasa así el concepto de un nivel físico a un nivel cognitivo. La intención de Luhmann es buscar equivalentes funcionales a la integración normativa para dar solución al problema que afecta la auto-organización y la auto-producción de las sociedades en contextos de contingencia y riesgo. En ese aspecto introduce el nuevo paradigma autopoiético constituido en torno a la distinción entre sistema y entorno como condición de posibilidad para el sostenimiento del límite, el cual permite las operaciones auto-rreferenciales.
Sin embargo, desde el punto de vista de la teoría de los sistemas, la aplicación del concepto de autopoiesis a los fenómenos sociales ha dado lugar a una importante disputa entre Maturana, Varela y Luhmann.
Si lo que hace a un ser vivo ser vivo, es ser un sistema autopoiético molecular, lo que hace al sistema social sistema social, no puede de ninguna manera ser lo mismo, en tanto el sistema social surge como sistema distinto del sistema vivo al surgir en la distinción como sistema social, aún cuando su realización implique el vivir de los seres vivos que le dan origen.(Maturana:De Máquinas y Seres Vivos, autopoiesis de la organización de lo vivo)No obstante autores como José Maria García, también muestran lo que a su juicio, constituyen los principales aportes del paradigma autopoiético a la teoría sociológica.
Con el devenir de la teoría autopoiética desde que fue formulada, la relación entre Humberto Maturana y Francisco Varela (que fue alumno suyo), se fue mermando poco a poco. Francisco Varela no estuvo de acuerdo con las proyecciones de la teoría autopoiética más allá del ámbito de lo estrictamente biológico, con las que cada vez más Humberto Maturana fue colaborando y apoyando realizando trabajos interdisciplinarios tal y como se refleja en toda su obra. No en vano, se recalca en uno de los últimos prólogos de su primera obra "De máquinas y seres vivos, autopoiesis y la organización de lo vivo", que esta proyección siempre será fructífera si está relacionada con el operar del sistema nervioso y de los fundamentos de la comunicación humana:
... después de todos estos años mi conclusión es que una extensión a niveles ‘superiores’ no es fructífera y que debe ser dejada de lado, aún para caracterizar un organismo multicelular. Por el contrario, el ligar la autopoiesis como una opción epistemológica más allá de la vida celular, al operar del sistema nervioso y de los fundamentos de la comunicación humana, es claramente fructífero.(Maturana:De Máquinas y Seres Vivos, autopoiesis de la organización de lo vivo)
Su libro de referencia más importante para entender el camino que después tomaría la teoría autopoiética es "El árbol del conocimiento", y es donde se plantea la autopoiesis de los sistemas sociales, los cuales Maturana define como seres vivos de tercer Orden.
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