Estructuras Disipativas



En su obra "¿Tan Sólo una Ilusión?", Prigogine define las estructuras disipativas:

"... la formación de «estructuras disipativas» en condiciones muy alejadas del equilibrio, y en el que la estructura surge a partir del caos térmico, del azar molecular... cuando nos apartamos mucho de las condiciones de no equilibrio, se originan nuevos estados en la materia. Llamo a estos casos «estructuras disipativas», porque presentan estructura y coherencia, y su mantenimiento implica una disipación de energía ."

La investigación central de Ilya Prigogine giró en torno a la expansión de la termodinámica clásica y al estudio de los procesos irreversibles con la teoría de las estructuras disipativas, con proyecciones epistemológicas que trascendieron al campo filosófico en los planos de la percepción y la construcción de la realidad.

En 1977 Ilya Prigogine recibió el premio Nobel de Química por su trabajo sobre el surgimiento de estructuras coherentes, autoorganizadas en sistemas alejados del equilibrio, que llamó Estructuras Disipativas. Prigogine desarrollo este concepto dentro del marco de la Termodinámica del No Equilibrio y la Teoría del Caos, sin embargo es posible utilizar el concepto de Estructuras Disipativas para formular explicaciones de fenómenos en otras áreas del conocimiento como la biología (en aspectos tan importantes como el origen y evolución de la vida), con resultados revolucionarios. De la misma forma, es posible establecer una analogía entre el concepto del surgimiento de estructuras autoorganizadas en condiciones de no equilibrio y el surgimiento de fenómenos de autoorganización colectiva en condiciones de desequilibrio social.

La teoría de las estructuras disipativas (o termodinámica de procesos irreversibles), formulada por Iya Prigogine, postula la aparición de nuevas estructuras debido a pequeños cambios en sistemas complejos muy alejados del equilibrio, lo que desemboca en un proceso irreversible. A partir de ahí, lo único que ocurre es la degradación de esa energía. 

Prigogine propone que dentro de un sistema complejo no-lineal lejos del equilibrio existen subsistemas fluctuantes. De vez en cuando se combinan y amplifican las fluctuaciones y se disrrumpe la estructura previa, ocasión en la cual aparece una bifurcación, un punto de bifurcación, es decir, la “elección” de un camino que no puede ser pronosticado y que, en términos generales, termina en transformación o colapso del sistema. Lejos del equilibrio, la materia se comporta de forma diferente a las regiones cercanas al equilibrio. 

Las nociones de no linealidad, fluctuación, bifurcación y autoorganización son fundamentales: es el dominio de las estructuras disipativas, las que se encuentran en el origen de los estudios de sistemas complejos.La teoría no puede predecir, por adelantado, si el resultado será una estructura de dinámica caótica o una estructura autoorganizada con un orden "superior", un "orden por fluctuaciones". En este último caso, como la estructura necesita de energía externa para seguir organizada, es aceptable llamarla "estructura disipativa", puesto que necesita más energía externa que la estructura no-disipativa (más simple) previa reemplazada. Tiene un límite para su evolución y es la falta de capacidad para eliminar más y más calor. Los seres vivientes funcionan como sistemas disipativos, autoorganizados por fluctuaciones ambientales

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